martes, 30 de diciembre de 2008

Tiembla


Tiembla el cielo
Ruge entre tinieblas
Cuerpos perforan la eternidad

Perdidas (almas?)
carne viva que arde
y algunas conciencias… abrumadas

Ya se desvanecen en la tempestad

Se estremece el firmamento
Una y otra vez
Ya no es seguro el suelo que pisas

Caos
Ayer eras mi amigo
Hoy eres mi objetivo

Soldaditos de plomo
caen uno a uno como dominós
recuerdos que se mezclarán con el tiempo y serán olvido

Llantos y gritos,
u hojas de otoño…
Rojos y ocres matices que tiñen el viento.

Ya no eres hombre
No eres digno de ser llamado humano...
No eres ni lenguaje, ni tradición ni cultura,
Ni siquiera un nombre.

Que dice la ciencia
Que eres entonces?

Se estremece la tierra.
Una y otra y otra vez.

Adrienne

Pensamientos alterados

Siento tu perfume su perfume Ahora es mi perfume no lo olvido ¿cómo lo olvido? ¿cómo

se olvida? No, no lo olvida. Y te miro aún que lo mire, no siente más nada, dice que ya no

siente más nada no siento nada, dice, nada. Entonces ¿Por qué no quiere, porque no quiero

oírte decírmelo NO ME LO DIGAS no lo quiere escuchar.

Adiós. No. NO. no no no. Adiós. Siento tu perfume su perfume ahora mi perfume todavía

como el primer día ese día, ya no existe. ¿No existís? Ya no existe. Sino no entiendo.

Sino ¿cómo VIVO? No entiendo. Palabras tuyas y mías, ¿engaños? ¿mentiras? Ya no

creo ¿quién cree? ¿La olvidaste? ¿Fue tan superficial lo nuestro? Palabras que no dicen

pasiones que alteran sueños veneno que penetra esta realidad fecunda.

ME DIJISTE te voy a apoyar siempre ME DIJISTE te voy a

amar por siempre ME DIJISTE movería agua y tierra por vos... Hoy Ahora En este instante

no se mueve nada. Yo tan sólo tengo preguntas.

¿no se aman? Tanto piensa en él.

¿Es amor? ¿Es amor igual? ME LO PROMETISTE. ¿Dónde estás ahora

que lloro, ahora que quiero que me ames, ahora que quiero que muevas tierra y mar por mi?

Te sigo esperando espera ella espera y él? Ya no te me acerques ¿por qué no puedo? Te

quiero te quiero te quiero ver tener cerca de mí. ¿Ya no?

No lo entiendo. No lo quiero entender no lo va a entender porque no me conviene

no me gusta. no. no. Bueno, si. Si ya no es valiosa para él entonces tiene que

demostrarle que él es valioso para ella. Suicidarse mostrándole cuánto me importaba su

amor va a hacer que se arrepienta. Y yo ya no voy a sufrir. TE VA A DECIR ENFERMA

DE NUEVO loca va a pensar depresiva. Mirame. Mirala. Susúrrale otra vez. Siento tu

Perfume, ahora mi perfume. Te extraño.

Adrienne

Otra visión

Lo de “meno’ hacé’, mejor” me lo dijo uno de la colimba. Era uno de lo’ amigo’ que me

hice allá, el cocinero, un viejo medio amargado. Al principio le hice caso, vite. Lejo’ de la

familia, de lo’ amigo’, uno quiere que el tiempo pase rápido. Tonce’,ese año, no hice nada

y fue el más aburrido de mi vida. Por eso te digo que prefiero laburar tranquilo que que lo’

segundo’ no pasen. Un día vino un suboficial que iba a ser ascendido a teniente y preguntó

por algún hombre que supiese de dibujo técnico. Yo no había estudiado eso en especial

pero del colegio conocía caligrafía y me gustaba dibujar. Les gustó mi trabajo y empecé a

escribir cartele’ y cartele’. Podía pintar tresciento’ en un día. Era un pasatiempo agradable.

Lo mejor es que atrajo a otro sargento que necesitaba un chofer. Lo’ de ahí me iban

conociendo y veían que trabajaba mucho. Pasé de un lugar a otro y terminé enseñando a lo’

indio’ a escribir y a leer. Venían de lo’ monte’ con un solo nombre(sin apellido), con su’

cultura’ de caza y nada más. Yo le’ mostraba por ejemplo el dibujo de una casa y luego le’

decía casa y escribía casa y ellos aprendían. Ello’ hablaban otro idioma vite. Aunque pa’mí

lo’ indio’ son má vivo’. Cuando salíamo’ a cazar, ello’ sabían donde dormían lo’ pece’ y

lo’ agarraban con la’ mano’. También reconocían que huevo’ de avestru’ estaba por

romperse y cuale’ se podían comer. En Río gallego’, donde hice el servicio militar, te

podé’ comer la’ oveja’ de los rebaño’ si dejá’ el cuero y la lana que es lo que vale, vite, así

que íbamo’ a buscar oveja’, pero no la’ alcanzábamo’. Lo’ indio’ se les ponían en frente y

ella’ se paralizaban. Las matan sin que se desangren y la’ carnean perfectamente, no

queda carne sobre los hueso’, nada se desperdicia. Esto’ no... ¿Cómo es la palabra?

Ah! “Alteran”. No alteran el ciclo de la naturaleza, como le dicen. Nosotro’ no’ creemo’ lo’

mejore’ y somo’ un desastre. ¿En qué estaba? Ah! Sí, conocí a mucha gente.

Sólo se conoce una careta de lo’ milico’. Allá en el sur, estuve con un cabo, Ernesto A.

Diaz, la mejor persona que conocí en mi vida. Él me mostró como él y todo’ ellos rescatan

persona’ todo’ lo’ día’, construyen camino’ entre las montaña’ haciéndola’ explotar con

dinamita... Una vez estuve con el cabo Diaz cuando una mujer estaba en una chacra

inundada y tenía que parir. Nos subimo’ a una camioneta tipo tractor y la sacamo’ de ahí:

fue impresionante, entramo’ en el río, en el barro, dentro de la camioneta había todo el

equipo de una ambulancia... La gente siempre ve a los milico’ por los golpe’ de estado.

Eso’ son los hijo’ de puta que tienen el poder. Pero hay mucho’ hombre’ que no se ven,

que se olvidan y que están todo’ los días dando su vida por la de lo’ demá’. Eso’, yo lo’

conocí, y cuando te bajé’ de mi tasi, no te vas a acordar, pero yo, después de 30 año’,

todavía me acuerdo, y me esfuerzo por tener un poco de humildad y escuchar a todos.

Adrienne

El nombre


“-El Domingo ¿no te acordás?

-Sí. Estuve en esa fiesta, eso sí. Pero a usted... No, no la recuerdo. Discúlpeme.”

Bullicio. Muchedumbres que se atraviesan las unas a las otras en la esquina de

Juramento y Cabildo. A la entrada del subte D se recorta en el tiempo la figura de la

muchacha. Sonríe.

“-Yo me acuerdo bien de vos, insiste. Te acercaste con tu copita de vino tinto y me llamaste

por mi nombre.”

Lo confunde con otro. Tal vez no. El hombre canoso frunce el ceño. Mirá, estoy apurado.

¿se tiene que ir? ¿se quiere ir?

“- ¡Tu mail!”

Casi pierde el equilibrio al escucharla.

“- ¿Cómo?

-Pasame tu mail aunque sea, así puedo contactarte.”

El hombre le entrega una tarjeta y se marcha sin saludar ¿harto de que aquella desconocida

le impida continuar con sus actividades?



Todavía no responde el mail. La primera vez que lo leyó, tuvo el impulso de borrarlo.

Después se arrepintió. Lo releyó dos días más tarde, una noche en la que necesitaba sentirse

acompañado. No se animó a llamarla. Al final, Clara terminó con él en la cama. El lunes

salió con su hija y pensó en la muchacha. No abrió su casilla. La noche siguiente llamó a

Nadia. Con ella es con quién mejor suele sentirse. Sin embargo, cuando Nadia se durmió,

él se quedó mirando el techo. Recordaba la expresión de insistencia que... Su nombre. Él se

habría acercado a la chica y la habría llamado por su nombre. Pero ¿cuál era su nombre?



A ver, cerca del Obelisco. Corrientes...Perón al mil doscientos algo. Un lugarcito japonés...

Mil doscientos mil doscientos... Acá, mil doscientos noventa y uno. Chiquitito pero bien

lindo. Lo voy a tener en cuenta. Hola ¿cómo estás? Sí, me encanta este restaurancito. No sé

que sirven, esperá que me fijo y pido. Estoy acostumbrada a comer sushi así que prefiero

probar... Podría ser un “Udón” con camarones por favor. Con té verde. Esperé bastante

tiempo tu respuesta. ¿No había Internet en Paris? Pobre, te debe agobiar trabajar tanto.

Osea que me recordaste. Te hago una pregunta entonces... ¿Cómo me llamo?



Su casamiento no había sido más que un arreglo entre su familia y la de su ex mujer. Quizá

la quiso al principio. Pero no tardaron en empezar las peleas, en notarse las distancias,

en aparecer tensiones. Lali, la nena, no se llevaba demasiado bien ni con él ni con su madre.

Incluso antes del divorcio trataba de alejarse del clima hostil de su hogar. Para él no fue un

problema encontrar compañía: casado o soltero, atraía a las mujeres, y prefería tener varias

amigas que una relación estable. Piensa todavía que enamorarse es cosa de adolescentes,

eso que se pierde cuando uno se da cuenta de toda la mentira que es soñar e ilusionarse, que

eso que enseñan a los chicos, es inútil en una realidad de problemas y responsabilidades.

¿Amor? Nada de eso. La palabra es placer. La muchacha perturba sus pensamientos. No

desea su cuerpo. Desea descubrirla. Vuelve a pensar en ella. Su nombre.


Yo puedo identificarte quién es la chica que me describís porque no pasa desapercibida,

¿no te parece? A demás, no creo que ella tenga algún problema, no estoy violando su

intimidad, vos sos cercano mío, ella es cercana mía... En fin, ya sabés. Te cuento, se llama




“- Te hice venir porque tenía ganas de verte.

- Me parece que es por algo más.

-Sí.”

Esta vez la muchacha tiene un aire bastante altanero y detrás del hermoso tono arenoso de

sus ojos parece esconderse otra persona que él no conoce, desafiante, arrogante.

Aquella otra mujer lo mira cómo quién ansía ver muerta a su victima. Él, la víctima.

“No, piensa el hombre, no me vas a ganar”

“-Antes quiero contarte que no dejo de pensar en vos. Lo que yo pensaba que ya no podía

pasarme, lo volví a sentir con vos. Me enamoraste.”

La muchacha clava sus ojos en él, pero esta vez, algo temblorosos. No dice nada. Ahora te

voy a decir tu nombre. Vas a ser mía.

“-Anya. Te amo.

-Me… Me nombraste. No sé cómo. Vos y yo nunca nos conocimos. Bueno, te felicito.

-¿Nunca nos conocimos?

-Te confundí con otro. Un cliente… En fin. Disculpame. Hubiese preferido decírtelo antes,

pero no me dejaste. Está bien, me intrigaba saber por qué estabas tan nervioso. Por cierto,

no me esperaba tal confesión. Gracias supongo. No es un amor correspondido, claro. Te

las ingeniaste bien para conseguir mi nombre… Tomátelo como un juego. Fue divertido.

Por mi parte entonces, es todo, adiós.


Adrienne

Soledad

Trenzados cabellos,
(En)Trampa, tu mirada…
Brasas, alma en llama.
Condena.

Me encadenas
A tí por siempre

No.
nonono

Libro batalla ante tu beso fatal
(Tentación que no resistiré)
Quizá gane, pero la guerra sigue…

Me atraes, te deseo
Se que no…
Que no debo.

Olvidar todo por ti,
Esa es mi condena

Te creo
compañera más sincera,
quizá amiga,
la más cercana.

Pero posesiva,
celosa,
me atas a tus lágrimas.

Ay, lo sé.
La libertad: si no te toco
si no me enamoras
si ya no me acompañas
Me persigues
Me atormentas

Me seduces…

Adrienne

Creer todavía




Cae la noche en tu seno
Y oyes el grito que desgarra
En miles de estrellas
tu cielo

Un lamento
Un quejido

La soledad eterna
El tiempo se detiene

La nada, el vacío

Irrumpe en tu sueño
Como la realidad

Clavadas en aquellas huellas del pasado
Las miradas por siempre perdidas
Condenadas
Lloran lágrimas ácidas

Chispas que se apagan con cada pestañar

Creer todavía

Arrebatos de vida
Se asoman

Creer todavía
Es el futuro ya presente
Y la profecía autocumplida
De una hermandad inalcanzable


Adrienne

De Gwen*

Asi se inicia esta nueva aventura...
enjoy!