" Me has traído aquí, qué quieres de mí, preguntó, Por ahora, nada, pero un día lo querré todo, Qué es todo, La vida, Y mi vida para qué la quieres, Todavía no es tiempo de que lo sepas, aún tendrás que vivir mucho, pero vengo a anunciártelo, para que vayas disponiendo el espíritu y el cuerpo, Señor, dime, Calla, no preguntes más, la hora llegará, ni antes ni después, y entonces sabrás qué quiero de ti, Oírte, Señor, es obedecer, pero tengo que hacerte una pregunta más, No me aburras, Señor, es preciso, Qué pesado eres, hombre, a ver, qué te pasa ahora,..."
El evangelio según Jesucrito
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Es destacable como a Dios le cabe la onda de generar expectativas y ansiedades en los pobres mortales que después, llenos de dudas e inseguridades, no pueden más que preguntarse y preguntar, viviendo en la eterna espera de al menos una respuesta, pero ninguna será dada por Dios, que a penas mete un poco el dedo en la llaga que ya se aburre de los quejidos y lloriqueos, y aún más de las súplicas y de las lamentaciones.
3 comentarios:
Y por eso se suele decir que los "dèbiles" de alguna manera, adjudican todo a dios...
Indefectiblemente, la respuesta està en uno.
tequiero!
En una de esas el Tipo está embolado -pero no de los gemidos y llorisqueos- sino de que le sigan pidiendo que sea consuelo y respuesta y no se lo acepte como pregunta, como grieta...quilombo, bah. mientras se le siga pidiendo que cambie, la relación dios-nos. (como cualquier pareja) no creo que funcione!
En una de esas el Tipo está embolado -pero no de los gemidos y llorisqueos- sino de que le sigan pidiendo que sea consuelo y respuesta y no se lo acepte como pregunta, como grieta...quilombo, bah. mientras se le siga pidiendo que cambie, la relación dios-nos. (como cualquier pareja) no creo que funcione!
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