miércoles, 16 de noviembre de 2011

forgot to dream

You wish you could dream
but forgot to somehow

Jack Johnson
Lullaby

sábado, 12 de noviembre de 2011

The face of the moon

A veces es mirar un poco atrás, releer el pasado, entender cómo distorsionaba palabras, miradas, intenciones...
A veces para verme distinta, a veces para fantasear un poco con recuperar lo que quebré con la voluntad de mi voluntad. A veces es sólo torturarse un rato por lo que podría haber sido: si supieras que de verdad lamento haber destruido los cimientos... No sé cómo terminar este condicional.
Sólo sé que SIEMPRE es VER para no volver, NO equivocarse en lo mismo. SIEMPRE es RECORDAR para tratar de construir un poquito mejor, un poquito más sólido, un poquito más en serio.
No quita lo vivido. No quita lo sentido. No quita que sos parte de mi.


ºthings have changes, I have changed, but this pain remains the sameº



Fly me to the moon
Let me play among the stars
Let me see what spring is like
On Jupiter and Mars

In other words, hold my hand
In other words, baby
kiss me

Fill my heart with song
and let me sing for evermore
you are all I long for
all I worship and adore

In other words, please be true
In other words, I love you

Fill my heart with song
let me sing for evermore
you are all I long for
all I worship and adore

In other words, please be true
In other words,
In other words
I...
I love...
I love you.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El amor en tiempos líquidos.


El amor es eterno mientras dura
Ismael Serrano


"El enamoramiento es una atracción inicialmente irresistible, cuya intensidad declina con el tiempo. El amor, por el contrario, puede ir creciendo con el paso de los años e implica un tipo diferente de vínculo que incluye crisis, alejamientos y acercamientos, a pesar de los cuales los protagonistas vuelven a elegirse." (Miguel Spivacow, psiquiatra)

"El amor debería ser un acto de libertad, cuya duración esté en manos del mutuo apoyo y respeto por lo que cada uno es. En la vida humana no existen las garantías, pero sí los deseos de que aquello que nos hace feliz sea duradero". (Clara Coria, psicoterapeuta)

Alguna vez me han preguntado por qué, a pesar de mi escepticismo racional, creo en cosas como "el amor para toda la vida" cuando claramente se trata de un viejo mandato o creencia. De más está decir que AMOR no es lo mismo que MATRIMONIO. El matrimonio es un contrato que, en cada época, se establece según los distintos intereses que operan por debajo de la imagen del novio y la novia besándose. El amor, en cambio, responde al interés personal de querer estar con, sabiendo que ello implica atravesar crisis y momentos de incertidumbre. El amor es el acto libre de decidir construir la pareja todos los días. Es el acto libre de seguir eligiendo a la persona y pelear por superar momentos difíciles. Es animarse a jugarse el todo por el todo. Entonces, el escepticismo según el cual están en constante duda las certezas a las que nos aferramos (religión, ciencia, lenguaje, categorías heredadas...) no es excluyente de la libre acción de amar. Sólo es importante cambiar el presente con vistas al futuro de "te amo para toda la vida" por el gerundio "te estoy amando" que expresa una vivencia que tiene lugar en el día a día. Es el día a día que construye un vida, entonces, ¿por qué estar tan seguros de que si hoy te amo, mañana ya no sentiré lo mismo?

"El amor nunca se acaba de construir y de reinventarse. Es un proceso vivo y activo, es pragmático, directo y sin anestesia. Nadie entra en una relación para que se acabe. Lo que ocurre en esta posmodernidad en que vivimos es que se tira la toalla demasiado rápido." (Walter Riso, escritor).

El punto está en entregarse. Claro que hoy por hoy la inestabilidad vincular está servida en bandeja: ante la más mínima molestia, cerramos el asunto. Quiero estar con vos pero me molesta que seas así o asá, entonces me quejo, entonces demando, entonces exijo... O las caras de culo, las actuaciones de que algo anda mal, la falta de consideración por el otro en la búsqueda de un tercero que alivie. Pero, ¿y la comunicación? Y el establecimiento de reglas implícitas en la vinculación cotidiana? Cuántas inseguridades de cada cual se juegan en el nosotros y lo limitan. Cuánto miedo a dejar de ser una unidad, a mostrarse, y a ver al otro con tolerancia. Cuánta necesidad, que contamina toda construcción posible de pareja sólida y satisfactoria. Cuánta desesperación por estar sólo por estar, en vez de esperar hasta sentir y de veras elegir y apostar.

"No se trata de AGUANTAR al otro, no se puede perdurar amando por decreto para toda la vida. Sólo es posible sostener el amor cuando son dos quienes lo alimentan. Cada día son menos los que están dispuestos a AGUANTAR a alguien que nos hace daño o que afecte nuestra autoestima" (Coria).

Por otro lado, pareciera cierto que no nacimos para estar solos... Familia, amigos, compañeros, conocidos... Somos nuestros vínculos; el afecto y las relaciones humanas son constitutivas de lo que vamos siendo ("no man is an island", John Donne). Entonces, lo positivo de nuestra era es que "la libertad de elección que existe hoy es un gran estímulo para la construcción de parejas más afines" (Spivacow). Es decir, tenemos la posibilidad de apostar sólo porque queremos y elegimos hacerlo día a día.

Por esto, un escéptico puede creer en el amor hoy más que nunca. O no. Pero yo creo. Creo en la libre elección y en la construcción deliberada. Creo en jugarse por un nosotros más allá de miedos, inseguridades, crisis y sensaciones desagradables pasajeras. Quizá peque de ingenuidad, pero es claro que no se trata de un cuento de hadas, de príncipes azules y princesas rosas, de ser felices comiendo perdices...

Aunque en algún sentido, cuando es amor y no necesidad, no costumbre, no mero cariño, no encaprichamiento... cuando es amor... Es magia. Existirán explicaciones psicológicas, neurofisiológicas, químicas del sentimiento, pero quien está en ese estado, es sabido, experimenta lo intenso, lo inexpresable, lo que desborda los límites de lo racional... La magia pura...

Yo creo en la magia.